
Una web-app no es una aplicación normal, es la adaptación de una página web optimizada en un formato adecuado para dispositivos móviles. Se ejecuta automáticamente en cualquier navegador de tu dispositivo móvil cuando detecta que el dispositivo que intenta cargar la página es un smartphone o una tablet, es rápida y casi indetectable para el usuario común porque no requiere instalación.
Las ventajas más significativas de este tipo de aplicaciones son:
- No requiere descarga previa, el hecho de que no se encuentre en Apple Store o Google Play, sino que se cargue automáticamente dentro del navegador de su dispositivo la hace más accesible para el usuario. Esto es lo contrario a las aplicaciones comunes que sí requieren instalación, lo que crea otra barrera de accesibilidad para el usuario.
- Su funcionamiento es siempre óptimo, independientemente del sistema operativo que utilices. En cualquier navegador moderno y actualizado la visualización será adecuada y muy similar. En cambio, las aplicaciones comunes tienen un gran número de versiones y la calidad puede variar mucho en función del dispositivo del usuario, por no hablar del sistema operativo.
- Las actualizaciones son automáticas e instantáneas. A diferencia de sus hermanas, no es el usuario quien debe actualizar la aplicación para obtener la última versión, lo que ahorra tiempo y molestias a los usuarios.
- Estas aplicaciones suelen ser más baratas. Requieren un desarrollo mucho más sencillo que otras aplicaciones, por lo que su coste y complejidad suele ser menor.
- Son más fáciles de diseñar. Al ser un lenguaje más sencillo, la complejidad técnica es mucho menor, por lo que es relativamente más fácil encontrar un desarrollador y, en consecuencia, es más asequible crear una web app que otras aplicaciones móviles comunes.
- Puede llegar a todos los usuarios. Es decir, con una aplicación nativa hay que hacer un desarrollo adaptado a todos los dispositivos y sistemas operativos, y luego publicarlo en las respectivas tiendas. En cambio, con las web-apps se puede visualizar en el navegador de cualquier usuario (independientemente del dispositivo y sistema operativo).
Por otro lado, también tiene algunas desventajas, las 3 más notables serían:
- No puede utilizar las funciones del dispositivo, lo que significa que la funcionalidad de las web-apps será siempre más limitada que la de las aplicaciones nativas, que sí disponen de todo el potencial de su sistema operativo para realizar acciones.
- Por regla general, toda la información se descarga cada vez que el usuario se conecta a la aplicación, aunque en algunos casos la información se almacena temporalmente en el navegador. Esto supone una barrera para el usuario no sólo en cuanto al tiempo de carga, que siempre es importante, sino también en cuanto a la cantidad de información que se descarga, aspecto para tener en cuenta cuando el usuario no dispone de conexión Wi-Fi.
- Para acceder a una web-app, el usuario debe tener siempre conexión a Internet. Esto no suele ocurrir con las apps nativas, que pueden funcionar sin necesidad de conexión.
- Por último, el hecho de que no se encuentren en las tiendas de aplicaciones hace que pierdan visibilidad, que no puedan competir con las aplicaciones comunes y que su impacto se reduzca al alcance de la página web vinculada a la web-app.